El calendario maya es cíclico, porque se repite cada 52 años mayas. En la cuenta larga, el tiempo de cómputo comenzó el día 0.0.0.0.0, que equivale al 13 de agosto del 3114 a.C en el calendario gregoriano.
La casta sacerdotal maya, era poseedora de conocimientos matemáticos y astronómicos que interpretaba de acuerdo con su cosmovisión religiosa, los años que iniciaban, los venideros y el destino del hombre, según algunos estudiosos, aparece ya en culturas más antiguas como la olmeca; para otros, sin embargo, este calendario es propio de la civilización maya. Las similitudes con el calendario mexica, ofrecen evidencia de que en toda Mesoamérica se utilizó el mismo sistema calendárico.
El sistema de calendario tzolkin consta de 260 días (kines) y tiene 20 meses combinados con trece numerales, se combinaba con el calendario haab de 365 días de 18 meses de 20 días cada uno y cinco días adicionales, para formar un ciclo sincronizado que dura 52 o 18.980 días.
El sistema de cuenta larga es básicamente vigesimal, y cada unidad representa un múltiplo de 20, dependiendo de su posición de derecha a izquierda en el número, con la importante excepción de la segunda posición, que representa 18 × 20, o 360 días, algunas inscripciones mayas de la cuenta larga están suplementadas por lo que se llama serie lunar.
APORTARON SABIDURÍA A LA ASTRONOMÍA
Aunque el calendario maya aporta poco a las "profecías" ya que su estudio del tiempo cíclico no es "muy acertado", Mandianes ha explicado que la cultura maya ha aportado una gran ayuda a la astronomía puesta al servicio de la astrología. "Era tan importante para ellos que los mil monumentos jeroglíficos hallado en la zona que habitaban, están todos dedicados a este tema", ha indicado el investigador.
Así, los eruditos en la sociedad maya eran los sacerdotes que sabían de astronomía y eran ellos los encargados de hacer todas las profecías y de predecir el tiempo. Estos sacerdotes estudiaban con ahínco la astronomía, pero siempre en la medida que la pudieran utilizar para la astrología.
"Si no acertaban, su prestigio caía por tierra y los que acertaban crecían en la estima de los ciudadanos y su rol social aumentaba y eran más importantes", ha concluido Mandianes.
EL CALENDARIO NO SE ACABA EN 2012
A pesar de que las profecías alertaban de que el fin del mundo llegaría el 21 de diciembre de este año, el pasado mes de mayo un equipo de científicos descubrían que, en una gran ciudad construida por los antiguos mayas, existía nuevas escrituras del calendario maya que acabaría con la con las previsiones del fin del mundo.
El descubrimiento, publicado en 'National Geographic' y 'Science', explica que se halló una estructura cubierta con diminutos glifos rojos y negros. Algunos de ellos, parecen representar los diferentes ciclos calendáricos trazados por los mayas: el calendario ceremonial de 260 días, el calendario solar de 365 días, el ciclo de 584 días del planeta Venus, o el ciclo de 780 días de Marte.
Según los científicos del proyecto, a pesar de la creencia popular, este descubrimiento señala que no hay ninguna señal de que el calendario maya -o el mundo- acaben en el año 2012. "El calendario marca, más bien, el transcurso de diferentes ciclos", indicaron los investigadores.
Por: Carmen Macas
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