EL AUTISMO:
Hace unos días, unos investigadores de la Escuela de
Medicina de Yale en New Haven (Estados Unidos) han encontrado un patrón de
actividad cerebral que podría dar lugar a
la vulnerabilidad genética para el desarrollo de trastornos del espectro
autista. Este trastorno alteraría la comunicación social y la interacción con
otras personas, así como la capacidad para interpretar los movimientos de otras
personas, en definitiva, lo que caracteriza el autismo.
Estos científicos han basado su estudio en el estudio de
imágenes de resonancias magnética funcional para escanear el cerebro de los
niños autistas y sus hermanos que no lo son, comparando estas imágenes en ambos
hermanos. El resultado fue publicado en la edición en formato digital de la revista
‘Proceedings of the National Academy of Sciences’ (PNAS). Los resultados son
concluyentes y consiguieron 3 respuestas neuronales distintas: actividad
cerebral reducida en regiones que los niños con TEA y los hermanos no afectados
tenían en común, actividad reducida en regiones que sólo se presentaba en los
niños con TEA (trastorno autista activo) y mayor actividad en regiones que sólo
estaba en los hermanos no afectados.
Este estudio publicado en la revista PNAS podría ayudar a un
mejor conocimiento de la red de sistemas neurales que dan lugar a los
trastornos autistas. Una vez conocidos estos trastornos es más fácil tratar con
ellos, sabiendo entender cuál es su origen, sus efectos y las diferencias con
otras personas no autistas. Por eso, el 2 de abril ha sido declarado,
internacionalmente como Día mundial del Autismo.
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